miércoles, 15 de julio de 2009

Playa de Arica

En la mar de Arica el cielo era hermoso, la vista era plena. El sol arriba, tu reías (ja), una linda chica (jajaja). Nadabas con el destino en los brazos, mirabas la mar, te tendías en el agua. Te tendías a respirar la calma de estar lejos y solo. Una vista futura, el bien por delante, pero cuando pare… cuando pare, todo se detuvo, me emocione tanto me dijeron, que creí desaparecer en el mar, alborotado y lejos, a miles, pero a miles de kilómetros… de… no sé, no sé de dónde, surrealista, sé que es surrealista, pero la mar me tragaba, como si hubieran tirado del tapón, me devoraba por los pies y continuaba, me deshacía en el agua pero yo parecía estar completo. Salí del mar y el cuerpo me escurría, la gente me veía caminar, pero mi cuerpo se ahogaba allá adentro, allá atrás la mar hacía el sonido. ¡Gujjjjjjj! Completamente solo, ¡todo solo cuando caminaba!

Me senté en la arena caliente y el pelo me cubría la cara, la mar me estaba aplastando allá adentro, y nadie se daba cuenta, me callaba la boca... ll o r a r, mucho. Y cuando vi, cuando vi mis manos rodar, ya era todo, completamente.

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